¿UN EXTRATERRESTRE? ¿ASÍ NO TE HAS SENTIDO MUCHAS VECES?


Yo me atrevería a afirmar que cada uno de nosotros en algún momento se ha sentido extraterrestre, y eso nos ocurre cuando sentimos que no encajamos en la sociedad, en la cultura, en ciertos grupos, en las familias o simplemente no entendemos porque el mundo es como es.

Ciertamente también hay tantas etiquetas y paradigmas que no nos dejan ser, y es entonces cuando comenzamos a cuestionarnos si es que estamos equivocados, o somos un error de la naturaleza o somos extraterrestres. Lo cierto es que frente a ello tenemos dos opciones: 1) calzar como zombis al rompecabezas definido por las sociedades o tomar la decisión de seguir nuestros corazones, así eso implique movernos, explorar y salir de nuestra zona de confort (siempre y cuando no se guarden rencores ni se le haga daño a alguien).

En cada espacio del mundo en el que nos paremos vamos a encontrar realidades distintas, conceptos tergiversados, emociones sobrevaloradas, competencia constante, etcétera, y la mayoría atados a temas de ética, moral, religión, poder, pobreza/riquezas, pero basados en nivel muy bajo de espiritualidad.

Siempre afirmo que el ser humano es un ser maravilloso, que nace perfecto y con todas las habilidades que necesita para experimentar un mundo de posibilidades extraordinarias. Pero en el proceso de crecimiento necesitamos mucho amor, y firmes valores que nos motiven a confiar y creer en nosotros mismos, en la abundancia del universo y el manejo de la energía. Pero ¿con qué nos encontramos?, en la mayoría de los casos somos adoctrinados, nos condicionan para ser incapaces de pensar por nosotros mismos, nos vuelven fanáticos de cualquier cosa e ignorantes del contacto de la naturaleza, haciéndonos creer que somos libres de escoger y decidir, sin darnos cuenta que estamos en una jaula que nos hace creer que la vida es: la moda, el dinero antes que el tiempo y el amor, la obsesión por cosas materiales, estatus sociales y más ahora en pleno auge tecnológico que nos hace vivir como los propios zombis.

Yo creo que los extraterrestres literalmente hablando, sí pueden existir, y es algo a lo que nos negamos, simplemente porque no lo entendemos, pero eso sería como limitar a Dios lo que a su vez implica limitarnos a nosotros mismos. Sin embargo, muchos de nosotros somos extraterrestres y no lo sabemos, porque vivimos en este planeta y no estamos conectados con él y con todo lo que nos ofrece, y no me refiero a las construcciones del hombre, sino a lo cotidiano, al oxígeno, a esos árboles, plantas y flores que nos rodean, al sol, la luna, la lluvia, el trueno y al relámpago, la tierra húmeda, el mar, a los animales; hay tanto que apreciar, sólo hay que verlo extasiado, porque hasta una semilla encierra vida.

Yo los invito a salir de las jaulas, y a comenzar a escuchar más a sus corazones que a sus mentes, las cuales nunca paran, y la verdad no se trata de callarlas sino de aprender a vivir en paz con nuestro interior aunque afuera haya una tormenta. Algunos sencillos pasos que con la práctica pueden ofrecernos una apertura mental más flexible, pueden ser la práctica de la meditación (tomar unos 5 o 10 minutos al día sólo para concentrarnos en la respiración, lo que nos ayuda a anclarnos en el aquí y en el ahora), el yoga, el reiki, el mindfulness, escuchar música clásica con los ojos cerrados, ejercitar, caminar… existen muchas técnicas pero tú eres libre de encontrar la forma que más se adapte a ti y que te permita vivir en el presente y callar tu ruido interior aun viviendo dentro de este mundo. Pero lo más importante es que aprendas a valorarte, que agradezcas día a día y que la idea de ti mismo sea la que realmente importe, porque quizá todos sí somos extraterrestres porque tenemos formas diferentes de ver la vida, y eso está bien porque demuestra el poder de nuestra creatividad.

Agradecida de estar y compartir,


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